Hubo marcas de coches que intentaron fabricar una moto, ¿pero acertaron en su cometido? Estas 5 potentes industrias se pusieron manos a la obra y acabaron con sus respectivas creaciones en un museo.
Porque, como se suele decir, «zapatero a tus zapatos»… y no siempre, porque BMW es un ejemplo de éxito pleno en el mercado de las dos y las cuatro ruedas.
Ahora bien, en el caso de estas 5 marcas parece que se enfocó el reto más bien como un ejercicio de estilo, tal vez de marketing, para luego distar mucho del funcionamiento estándar de cualquier moto comercial.
5 marcas de coches que no acertaron con las motos
1. Dodge Tomahawk
La idea de montar un motor V10 en una estructura parecida a una moto puede parecer alocada… Si alguien puede hacerlo estará, con mucha probabilidad, en el país de las barras y estrellas.
De este modo, un V10 de origen Dodge con 500 CV acabó adaptado en un engendro para el que solo es viable una conducción en línea recta. Los giros no estaban hechos para un vehículo de sus características.
Como no podía ser de otro modo, hoy día es la atracción de feria allá donde se reuna un público atraído por el mercado del automóvil más que otra cosa. El de la moto busca algo que funcione de verdad.
2. Porsche AMK
La marca alemana es conocida por su departamento de ingeniería y desarrollo AMK que ha dado cobertura a otras firmas de reconocido prestigio.
En este caso trabajó para sí misma con la idea de concebir una moto adaptada al usuario de coche que, visto lo visto, no recibiría con los brazos abiertos cualquier aficionado a la moto.
El resultado fue una especio de scooter «ultracarenado», con una carrocería que incluso tapaba ambas ruedas, de funcionamiento automático y con la intención de ser lo más eficiente y limpia posible.
3. Renault Campus
La marca gala siempre se ha mostrado como una firma en constante movimiento, capaz de lanzar ideas alternativas y triunfar en el empeño, fundamentalmente en el ámbito del automóvil.
Un aspecto que también pretendía llegar al público más joven, donde recordamos la línea de modelos Campus en sus más populares modelos 5, Supercinco o Clio, lo que pretendió trasladarse al ámbito de las dos ruedas.
¿Cómo? Creando una oferta de scooter con dos modelos, uno de rueda alta y otro más convencional por aquel entonces, que bebía de las fuentes de conceptos ya puestos en práctica por otra marca francesa, Peugeot.
4. Ferrari
El halo de misticismo y exclusividad que envuelven a Ferrari no pasaron desapercibidos por la mente de los creadores de esta moto que, aprovechando el potencial de sus automóviles, se lanzaron a la creación de una moto.
Fue más bien un antiguo ingeniero de MV Agusta el encargado de dar vida a la primera y única moto fabricada con los logos de Ferrari en su depósito.
Se encontraba animada por un motor de 900 cc y 4 cilindros en línea transversal, capaz de desarrollar 105 CV, un rendimiento más bien escaso para una moto terriblemente ancha, con todo lo que esto significa.
5. Lamborghini Design 90
Italia es el país de los sueños en diferentes ámbitos, includo el automovilístico, motociclístico y, cómo no, el diseño. Lamborghini quiso aunar todo en una moto de impacto…
Y así fue. Hoy día nos resulta familiar el hecho de ver un modelo con carrocería integral, «aero» o como quieras denominarle, que comenzó a hacer furor a mediados de los años 80.
Este es un ejemplo de ello, con unas fibras que envolvían a la práctica totalidad de la moto, con entradas y salidas de aire que vaticinaban una correcta ventilación… Pero la teoría no siempre se cumple en la práctica.
Luis López Lozano
Fuente de noticia
Impactos: 0